CONSEJO PROVINCIAL: LA GENTE ESTÁ EMPEZANDO A DARLE LA ESPALDA A MILEI

El presidente sacó a pasear su insensibilidad. Rodeado por los propios, dio un discurso donde reivindicó el ajuste brutal sobre los más vulnerables y hasta pareció disfrutar los efectos de sus políticas, que son negativos por dónde se mire.

Lo único que tiene de novedoso el Presupuesto presentado ayer, es que pone a la economía nacional en función del pago de la deuda con el FMI, lo cual es una entrega vergonzosa de nuestra soberanía y nuestra independencia económica. No habló de la industria, la producción y el empleo. Después se enoja cuando decimos que es un gobierno que no gestiona.

La gente empezó a darle la espalda al Gobierno nacional y por eso el Presidente redobló la apuesta con esa Cadena Nacional que, para colmo, les salió mal. La puesta en escena es una foto del momento que estamos atravesando: Un Presidente sin gestión, que sólo habla de planillas de cálculo y fórmulas, rodeado de personajes que le han hecho mucho daño a la política y al país, aplaudiéndose entre ellos, lejos de lo que está viviendo el pueblo argentino.

Para Milei, las personas, los ciudadanos, somos pagadores de impuestos, está claro que somos mucho más que eso, pero la forma en que nos llama lo describe, es una persona que no conoce a la Argentina, ni a su pueblo. No la recorre y todos sabemos que ha viajado más al exterior que dentro de su propio país, y se nota.

Es necesario manifestar nuestro repudio al desprecio con que se refiere a las y los jubilados, con los cuales parece haberse ensañado ya que los hace carne de sus burlas y acusaciones. Y por eso expresamos nuestra solidaridad con las y los adultos mayores.

Lo peor de todo esto son los cómplices que lo alientan, que le dicen que va bien, que le aplauden sus desvaríos; los ‘dialoguistas’, entre ellos y con mayor responsabilidad, los gobernadores como Frigerio. Porque son los que le consiguen los votos para leyes nefastas que impulsan, y favorecen el microclima en que vive el Presidente, pero cuando esas cosas empiezan a fallar o explotan trágicamente, se despegan y no se hacen cargo.