17 DE OCTUBRE DE 1945: DÍA DE LA LEALTAD

Juan Perón y el peronismo, fueron producto de un momento histórico. Las consecuencias económicas y políticas de la segunda guerra mundial, la lucha por la independencia de los pueblos colonizados y sometidos por las grandes potencias imperialistas, al igual que las fuerzas sociales que despertaban en la Argentina, se combinaron con la crisis del modelo económico liberal agro-exportador oligárquico, para crear una encrucijada en la cual el Movimiento Nacional tomó forma bajo la dirección de un Líder, cuyo genio consistía en interpretar, comprender y encarnar lo que el pueblo necesitaba y quería.
Aquél 17 de octubre de 1945, tuvo gestiones previas desde la detención del Coronel Perón, los gremios se debatían en la fecha en que realizarían un paro y movilización para pedir por la liberación del líder que había sido trasladado desde la Isla Martín García al Hospital Militar. La fecha elegida fue el 18 de octubre, sin embargo, el impulso de los delegados y la ansiedad y decisión popular de actuar cuanto antes, terminó desbordando y anticipando aquella decisión y precipitando el acontecimiento histórico que conmemoramos.
De igual manera, luego de la jornada del 17, en que Perón habló con su pueblo, el 18 los gremios realizaron un paro total de actividades, alentados por el propio Perón.
Los dirigentes que participaron en la gesta eran laboristas, radicales, nacionalistas, forjistas, socialistas, católicos militantes e incluso comunistas y anarquistas. Era un movimiento emergente sin cuadros políticos propios ni militantes, sin estructura partidaria, sin la disciplina ni el oficio propio de los políticos experimentados. Era solamente el carisma, la conexión mágica, inexplicable para los hombres cultos de la oligarquía, que unía al entonces Coronel Perón con el Pueblo, lo que hizo que se pudiera, de la nada, constituir en un partido político electoral que triunfe en las elecciones y desarrolle un proyecto político transformador capaz de marcar un antes y un después en el devenir histórico nacional.
Y, frente a la figura de Perón, contra todo lo que expresaba, se alinearon las fuerzas tradicionales y convencionales de la República de entonces. Todos los partidos políticos tradicionales, las organizaciones empresariales, las universidades, la prensa; todos bajo la dirección de la embajada norteamericana. El antiperonismo, nación junto con el peronismo.
Darwin Passaponti: el primer mártir
Ese mismo 17 de octubre, el naciente movimiento político tuvo su primera víctima: Darwin Passaponti, de 16 años, estudiante del Normal Mariano Acosta, fue asesinado de un balazo pasada la media noche.
El disparo mortal partió del edificio del diario Crítica, en Avenida de Mayo 1333 del centro porteño, cuando la multitud que había exigido el retorno de Perón se desconcentraba y un grupo de jóvenes de la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (Unes), pasaba frente al diario. El diario Crítica se caracterizó por su discurso opositor a al coronel Perón, desde que este ocupó la Secretaría de Trabajo y Previsión. Passaponti fue víctima de la violencia y el desprecio hacia lo que el peronismo venía a representar. Esa violencia sería una constante, con distintas formas y protagonistas, que se manifestaría a lo largo de la historia.
De todos modos, la revolución había comenzado a rodar con la gesta del 17 de octubre que inauguró uno de los períodos más felices para el pueblo Argentino.