15 DE ABRIL DE 1953: SE PRODUCE EL PRIMER ACTO TERRORISTA CONTRA EL PERONISMO

El 15 de abril de 1953, la CGT organizó un acto en apoyo al presidente Juan Domingo Perón en Plaza de Mayo. Grupos opositores a Perón, hicieron estallar bombas contra los civiles, en pleno acto, desatando una ola de violencia. Se trata del primer acto terrorista político durante un Gobierno Constitucional, con un importante número de víctimas que varían según las fuentes que se consulten.
Los explosivos fueron colocados dentro de los subterráneos en las estaciones Plaza de Mayo y Perú y también en las inmediaciones de un hotel y una confitería, ocasionando al menos 5 muertos, 93 heridos y 20 lisiados permanentes.
Los compañero fallecidos son: Santa Festiggiatta de D'Amico (84 años de edad), Mario Pérez, León Daniel Roumeaux, Osvaldo Mouche y Salvador Manes.
Quienes llevaron adelante el acto terrorista, en el marco de la escalada de odio de aquél momento, fueron: Dr. Francisco de Elizalde, Roque Carranza, Germán López, Arturo Matof, Miguel Angel Zavala Ortiz, Patricio Cullen, Vicente Centurión, Ernesto Lanzase, Emilio de Alzaga, Jorge Fauzan Sarmiento y Jorge Firmat Lamas. Varios de ellos prominentes dirigentes de la Unión Cívica Radical que ocuparon importantes cargos en los gobiernos antidemocráticos entre 1956 y 1972.
Tras el Golpe de Estado de 1955 que derrocó a Juan Domingo Perón, el grupo terrorista fue amnistiado.
En 1987, un año después de la muerte de Carranza, se nombró en su honor una estación de subte de la ciudad de Buenos Aires.
En 2008, el diputado peronista Carlos Kunkel implicó también en el atentado al abogado y periodista Mariano Grondona, quien habría reconocido su participación directa públicamente, en su programa de televisión Hora Clave. Grondona también se había reivindicado como parte de los terroristas, al mismo tiempo que reconoció haber formado parte de los Comandos Revolucionarios Civiles.
Recordar aquellos hechos no es odio ni resentimiento, es memoria y condena hacia cualquier acto terrorista que intente torcer el rumbo de los gobiernos democráticamente elegidos por el pueblo.
Tal vez, a algunos de ellos les quepa el apotegma de Perón: “He visto hombres malos que se han vuelto buenos, lo que nunca vi fue brutos que se vuelvan inteligentes”.